dimecres 29 de juliol de 2009
Empar Salvador Villanova. 28 de julio de 2009
Revolucionarios y republicanos del País Valencià asesinados en el Fuerte de San Cristóbal
Se sabe que solo se registraba a los presos que llegaban con condena firme; aparte estaban los llamados “gubernativos”, que pudieron ser miles, detenidos que eran llevados al Fuerte y sin ser registrados ni juzgados, eran fusilados nada más llegar o en los días siguientes. Además, a muchos, les anunciaban la "puesta en libertad" y los asesinaban acribillándolos, cuando iniciaban el descenso monte abajo. CASTELLANO / CATALÁ
Foso del Fuerte
El Fuerte de San Cristóbal está considerado como uno de los penales más siniestros y duros del sistema carcelario franquista; su fin era eliminar a los disidentes políticos, aunque también había presos por ser homosexuales y otras causas. Sin embargo, es durante el gobierno de Alejandro Lerroux, en 1934, durante la II República, cuando empieza a utilizarse como cárcel.
Se había construído entre finales del siglo XIX y principios del XX, en el monte Ezcaba de Pamplona. Fue proyectado como fortaleza para defender a esta ciudad de los ataques de la artillería, tras la última Guerra Carlista, pero nunca llegó a utilizarse para ese fin, ya que desde el principio fue utilizado como prisión militar, en concreto desde 1934 hasta 1945. La fortaleza, de 180.000 m2, requirió para su construcción, la voladura de la cumbre del monte y su vaciado. Consta de tres plantas llenas de galerías. Nada desde fuera hace imaginar su tremenda estructura interior, cuando además sus muros están cubiertos por dos metros de tierra. Rodeado de un inmenso foso, era impenetrable desde el exterior. Su extensión total es de 615.000 m2.
Revolución de Octubre de 1934
Empezó a utilizarse como cárcel en 1.934. Fue durante el bienio negro, siendo presidente de la República Alcalá-Zamora, cuando tras las elecciones de 1933, se forma el gobierno de Alejandro Lerroux con el apoyo de la Federación Española de Derechas, CEDA, organización de extrema derecha, terrateniente, católica y antirrepublicana.
Nada más iniciar su mandato, este gobierno adopta una serie de medidas políticas, económicas y sociales encaminadas a anular las libertades, a la represión brutal de las luchas, a conspirar para desmantelar la República y al grave empeoramiento de las condiciones de vida de las clases trabajadoras y populares. Cuando en 1934 la CEDA exige el nombramiento de dos ministros, uno de ellos Gil Robles, el pueblo responde con un movimiento huelguístico y revolucionario a lo largo de todo el país, aunque será en Asturias donde las luchas adquirirán carácter de verdadera revolución.
Las movilizaciones empezaron el 5 de octubre y duraron hasta el día 19 del mismo mes. Durante esos días, los revolucionarios incluso llegan a intentar el asalto a la Presidencia del Gobierno. Cuando los mineros consiguen tener durante tres días el control de todo Asturias, el gobierno da la orden de sofocar las luchas a sangre y fuego. Le encarga a Franco, que estaba al mando de la Comandancia de Baleares, que termine con las movilizaciones (por aquel entonces ya era un especialista en reprimir luchas obreras bajo el sistema de tierra quemada), y reprime la revolución tan brutalmente, que se salda, según varios autores, con 4.000 muertos y 30.000 detenidos.
Reprimida la Revolución de Octubre de 1.934, confinaron dentro del Fuerte de San Cristóbal a centenares de revolucionarios. Las condiciones de vida impuestas a los presos fue terrible desde el principio. El hambre, la falta de asistencia, de higiene y salubridad, provocaron la muerte en setiembre de 1.935 de un militante de la CNT de Santander. El escándalo fue muy grande porque continuamente se habían denunciado aquellas terribles condiciones de vida. Se exigió la puesta en libertad o el traslado de los presos y el cierre del Fuerte como penal, pero el gobierno hizo oídos sordos, incluso ante las huelgas de protesta en Pamplona. La muerte de otro preso colmó el vaso y provocó un motín en el Fuerte, desencadenándose en toda España protestas y huelgas (en Pamplona fue huelga general), en solidaridad con los presos. El motín fue duramente reprimido, con varios muertos, y muchos ayuntamientos exigieron el cierre del penal y el traslado de los 750 presos a otras cárceles. Pero el Fuerte siguió siendo cárcel, hasta que el gobierno del Frente Popular, tras ganar las elecciones en febrero de 1.936, decretó una amnistía para los presos políticos y clausuró el Fuerte como cárcel.
Frente oeste. Ibán Lusarreta
Golpe de estado fascista
El 18 de julio de 1.936, al producirse el criminal golpe de estado militar franquista contra el legítimo gobierno de la II República, promovido entre otros, por la Iglesia Católica, con el apoyo de la Alemania nazi y el fascismo italiano de Mussolini, Navarra quedó bajo control de los golpistas, y el Fuerte fue otra vez utilizado como cárcel en la que encerraron a miles de anarquistas, revolucionarios y republicanos, en cuyas ciegas celdas de castigo los presos pedían morir.
En pocos meses ya había 2.000 presos, aunque se calcula que hasta allí llevaron, de todos los puntos de la península a 7.500, de los cuales muchos murieron en su interior, sobreviviendo otros, en condiciones verdaderamente infrahumanas. No obstante, el número real de los presos encarcelados en el Fuerte, parece que es otra de las incógnitas del verdadero alcance que tuvo la represión franquista. Se sabe que solo se registraba a los presos que llegaban con condena firme; aparte estaban los llamados “gubernativos”, que pudieron ser miles, detenidos que eran llevados al Fuerte y sin ser registrados ni juzgados, eran fusilados nada más llegar o en los días siguientes. Además, a muchos, les anunciaban la "puesta en libertad" y los asesinaban acribillándolos, cuando iniciaban el descenso monte abajo. Aquellas órdenes de “puesta en libertad”, eran en realidad una mera formalidad para encubrir ejecuciones masivas. Hoy día, son muchos los familiares que todavía están buscando allí a los suyos, desaparecidos desde entonces.
Hasta su cierre en julio de julio de 1945, fueron asesinados varios cientos de presos. Las causas de muerte registradas, al igual que en las fosas comunes del Cementerio general de Valencia, eran convenientemente “maquilladas”, abundando causas como “anorexia”, “caquexia” (morir de hambre), "paros cardíacos", “hemorragias internas” (palizas) “fractura de cráneo”, “shock traumático” (torturas varias con rotura de órganos), o tuberculosis (el Fuerte era llamado eufemísticamente “Sanatorio Penitenciario” porque trasladaban allí a presos que habían contraído la tuberculosis en otras cárceles). A muchos ejecutados extrajudicialmente se les anotaba como causa de muerte “traumatismo” Todo apunta en que en los días siguientes a la toma de Pamplona por los fascistas, las “sacas” estuvieron a la orden del día. Hay diversas fuentes que apuntan que como mínimo hubo 500 desaparecidos que no constan en ningún archivo, aunque la cifra real parece ser que no se conocerá nunca, precisamente porque como se dijo antes, solo se registraron a los que llegaban con condena firme. El Fuerte empezó y terminó siendo trágico para los presos, es espeluznante conocer el terrible final que reservaron a los últimos 131 presos, enterrados en el cementerio de “Las Botellas”
Pasillo central. Ibán Lusarreta
Fuga del 22 de mayo de 1938
Las condiciones de vida en el Fuerte eran durísimas. Los presos eran tratados de forma brutal. Las ejecuciones, los apaleamientos en el cuarto de servicios, del que muchos presos salían muertos, los asesinatos, el hambre infinita, los piojos, el hacinamiento, el aislamiento exterior y las epidemias de todo tipo formaban parte de la vida cotidiana, incluso tenían que dormir en el suelo, sobre el agua, En estas condiciones, el 22 de mayo de 1.938, se produjo una fuga que ha sido considerada como una de las más importantes en la historia internacional de las evasiones, incluso se apunta que la mayor ocurrida en todo el mundo, y ello tanto por el número de presos implicados como por la terrible represión que sobre ellos recayó posteriormente.
La fuga fue tan minuciosamente preparada, por al parecer 30 presos, sin contar con ninguna ayuda exterior, que fue una sorpresa general para la mayoría de sus compañeros. Incluso tuvo un himno, compuesto por el anarquista Rogelio Díz, condenado a 30 años de prisión por rebelión militar. Él sobrevivió y ha podido contarlo; se exilió en Méjico y aún, muchos años más tarde, pudo reencontrase con algunos de sus antiguos compañeros de prisión que lograron sobrevivir.
La fuga fue iniciada por los comunistas Leopoldo Picó Pérez, de 25 años, moldeador, considerado el “cerebro” de la fuga y por Baltasar Rabanillo, capturado y fusilado en el mismo Fuerte. Leopoldo Picó, había sido condenado por rebelión militar a reclusión perpetua y fue ejecutado extrajudicialmente tras la fuga. También se conocen los datos de otros organizadores como Joaquín Ibáñez Eldemayer, de 21 años, dependiente, también condenado a prisión perpetua por rebelión militar y ejecutado extrajudicialmente tras la fuga; y de Bautista Álvarez Blanco, de 23 años, fontanero, condenado a prisión perpetua por rebelión militar y fusilado el 8 de noviembre de 1938.
Puerta principal desde el interior. Ibán Lusarreta
La fuga supuso un inmenso acto de solidaridad. Los que la planearon no se marcharon solos. Con riesgo de su propia vida y el peligro de ser capturados en la fuga, como así fue, abrieron las puertas del Fuerte para que también pudieran salir los demás presos, que aquella noche eran casi 2.500.
A la media hora de iniciada la operación, los grupos de presos ya habían desarmado a los guardianes, logrando huir 795, aunque fueron capturados 585, logrando cruzar la frontera y alcanzar Francia solo tres. De inmediato se inició la caza de los fugados que huían en desbandada monte abajo sin apenas calzado ni ropa. Desnutridos y casi sin armas, fueron presa fácil para sus captores que les acribillaron, abatieron y detuvieron sin prácticamente resistencia. Esa misma noche ya se contabilizaron a 210 presos asesinados, aunque en la fuga se han encontrado datos de 225 asesinados, de los que 24 corresponden a presos no identificados.
En los días posteriores capturaron al resto de los presos, que muchos de ellos eran asesinados según eran capturados o en las horas posteriores. De los capturados fueron juzgados 16 como cabecillas, siendo condenados a muerte 14: Gerardo Aguado Gómez, Teodoro Aguado Gómez, Bautista Álvarez Blanco, Calixto Carbonero Nieto, Antonio Casas Mateo, Daniel Elorza Ormaetxea, Antonio Escudero Alconero, Ricardo Fernández Cabal, Francisco Herrero Casado, Francisco Hervás Salome, Primitivo Miguel Frechilla, Miguel Nieto Gallego, Rafael Pérez García y Baltasar Rabanillo Rodríguez, que fueron fusilados el 8 de septiembre de 1.938, en la Vuelta del Castillo.
Ramón Peris García, de 23 años, nacido en Almassora (Castellón); Henry Ransal Habif, de 25 años, nacido en Alzira (Valencia); Juan Bou Nadal, de 23 años, nacido en Alcoi (Alicante) y Manuel González Amorós, de 28 años, nacido en Torrevieja (Alicante), fueron los revolucionarios y republicanos nacidos en el País Valencia, que fueron asesinados por la fuerza pública durante la fuga, aunque en el Fuerte asesinaron a muchos más. Los datos de los que se han podido documentar, constan más abajo, aunque el número real de muertos y desaparecidos, parece que nunca lo sabremos, precisamente por no haber sido registrado el encarcelamiento de muchos de los presos,
Cementerio del Fuerte. Antigua Cendea de Ansoain
Al cumplirse el 50 aniversario de la fuga, en 1.988, en la cima del monte Ezcaba, en su ladera este, varias entidades erigieron un pequeño túmulo en homenaje a los presos fugados y asesinados en el Fuerte por la libertad y la república, ya escondido entre la maleza. Y el Fuerte actualmente sigue perteneciendo a Defensa, está cerrado a cal y canto y se cae a pedazos, aunque eso sí, dicen que está previsto restaurarlo para organizar visitas guiadas y turísticas.
Datos de los nacidos en el País Valencià caídos en el Fuerte que se han podido documentar:
- Antonio Chacopino Manzanedo, de 37 años. Nacido en Alicante, murió el día 5 de agosto de 1.944 y está enterrado en el cementerio de San Cristóbal, Fila 1ª, Fosa 95.
- Antonio Ferrer Molina, de 29 años, casado. Nacido en Carcaixent (Valencia), murió el día 22 de mayo de 1.944 y está enterrado en el cementerio de San Cristóbal, Fila 4ª, Fosa 85.
- Francisco Mira Pons, de 40 años, casado. Nacido en Alcoi (Alicante), murió el día 15 de diciembre de 1.943. Está enterrado en el cementerio de San Cristóbal, Fila 3ª, Fosa 69.
- Pedro Cayetano González Hernández, se desconoce la edad. Nació en Segorbe (Castellón) Murió el día 11 de noviembre de 1.941 y está enterrado en el cementerio de Berriosuso.
- Miguel Castro San Andrés, no se conoce su edad. Nació en Valencia, murió el día 13 de junio de 1.940 en el hospital de Pamplona. Se desconoce el motivo por el que fue trasladado desde el Fuerte al hospital.
- José Fuster Mascarós, de 39 años, casado. Nació en Xàtiva (Valencia), murió el día 29 de marzo de 1.944. Está enterrado en el Cementerio de San Cristóbal, Fila 4ª, Fosa 81.
- Vicente Royo Tena, de 26 años, soltero. Nació en Tavernes Blanques (Valencia). Murió el día 26 de noviembre de 1.944, está enterrado en el Cementerio de San Cristóbal, Fila U, Fosa 110.
- Manuel Sospedra Villaplana, de 37 años, casado. Nació en Saladillo (Castellón). Murió el día 15 de septiembre de 1.943, está enterrado en el Cementerio de San Cristóbal, Fila 3ª, Fosa 59.
- Ramón Peris García, de 23 años, casado, de profesión hornero. Nació en Almassora (Castellón). Había sido condenado por la Audiencia de Valencia a 8 años de presidio menor el 7 de junio de 1.935. Fue asesinado por la fuerza pública al fugarse el día 22 de mayo de 1.938.
- Henry Ransal Habif, de 25 años, soltero, de profesión impresor. Nació en Alzira (Valencia). El 1 de agosto de 1.935 fue condenado a 3 años y cuatro meses de prisión menor en un Consejo de Guerra en Ciudad Real. Fue asesinado por la fuerza pública al intentar fugarse el día 22 de mayo de 1.938.
- Jesús Garín Moreno, de 28 años, casado. Nació en Benimamet (Valencia) Murió el 8 de enero de 1.943, está enterrado en el cementerio de San Cristóbal, Fila U, Fosa 40.
- Juan Bou Nadal, de 23 años, soltero, de profesión albañil. Nació en Alcoi (Alicante) El 14 de junio de 1.934 fue condenado por la Audiencia de Alicante a 25 años, 9 meses y 11 días de reclusión mayor. Fue asesinado por la fuerza pública al fugarse el 22 de mayo de 1.938.
- Salvador Bádenas Blasco, se desconoce la edad. Nació en Burriana (Castelló). Murió el 23 de julio de 1.940. Está enterrado en el cementerio de Loza.
- Antonio Marinero Estupiña, de 41 años, soltero, de profesión zapatero. Nació en Castelló. Fue condenado por la Audiencia de Madrid a 6 años y 1 día de prisión mayor. Fue asesinado por la fuerza pública en el intento de fuga del 1 de noviembre de 1.936. Está enterrado en el cementerio de Berriozar.
- Manuel González Amorós, de 28 años, soltero, de profesión minero. Nació en Torrevieja (Alicante) Fue condenado por la Audiencia de Orense a 2 años y 4 meses de presidio menor el día 1 de noviembre de 1.936. Es asesinado por la fuerza pública al fugarse el 22 de mayo de 1.938. Le aplicaron la “Ley de Fugas” Está enterrado en el cementerio de Berriozar.
En su Memoria
Restos antiguo cementerio de Ansoain
Muchos datos de la fuga se han podido conocer a través del trabajo realizado por Félix Sierra Hoyos. Encontró en un desván la documentación de los juicios sumarísimos de la fuga, y junto a la narración de supervivientes, realizó un libro editado por Pamiela en 1990.
Català
Revolucionaris i republicans del País Valencià assassinats al Fuerte de San Cristóbal
Se sap que només es registrava els presos que arribaven amb condemna ferma; a banda estaven els anomenats “governatius”, que van poder ser milers, detinguts que eren portats al Fort i sense ser registrats ni jutjats, eren afusellats en arribar o en els dies següents. A més, a molts, els anunciaven la "posada en llibertat" i els assassinaven disparant-los quan iniciaven el descens de la muntanya.
El Fort de Sant Cristòfol està considerat com un dels penals més sinistres i durs del sistema carcerari franquista; el seu fi era eliminar els dissidents polítics, encara que també hi havia presos per ser homosexuals i altres causes. No obstant això, és durant el govern d’Alejandro Lerroux, en 1934, durant la II República, quan comença a utilitzar-se com a presó.
S’havia construït entre finals del segle XIX i principis del XX, en la muntanya Ezcaba de Pamplona. Va ser projectat com a fortalesa per a defendre aquesta ciutat dels atacs de l’artilleria, després de l’última Guerra Carlina, però mai va arribar a utilitzar-se per a eixe fi, ja que des del principi va ser utilitzat com a presó militar, en concret des de 1934 fins a 1945. La fortalesa, de 180.000 m2, va requerir per a la seua construcció, la voladura del cim de la muntanya i el seu buidatge. Consta de tres plantes plenes de galeries. Res des de fora fa imaginar la seua tremenda estructura interior, quan a més els seus murs estan coberts per dos metres de terra. Rodejat d’una immensa trapa, era impenetrable des de l’exterior. La seua extensió total és de 615.000 m2.
Revolució d’Octubre
Va començar a utilitzar-se com a presó en 1.934. Va ser durant el bienni negre, sent president de la República Alcalá-Zamora, quan després de les eleccions de 1933, es forma el govern d’Alejandro Lerroux amb el suport de la Federació Espanyola de Dretes, CEDA, organització d’extrema dreta, terratinent, catòlica i antirepublicana.
En més iniciar el seu mandat, este govern adopta una sèrie de mesures polítiques, econòmiques i socials encaminades a anul•lar les llibertats, a la repressió brutal de les lluites, a conspirar per desmantellar la República i al greu empitjorament de les condicions de vida de les classes treballadores i populars. Quan en 1934 la CEDA exigeix el nomenament de dos ministres, un d’ells Gil Robles, el poble respon amb un moviment vaguístic i revolucionari al llarg de tot el país, encara que serà a Astúries on les lluites adquiriran caràcter de verdadera revolució. Les mobilitzacions van començar el 5 d’octubre i van durar fins al dia 19 del mateix mes. Durant eixos dies, els revolucionaris inclús arriben a intentar l’assalt a la Presidència del Govern. Quan els miners aconsegueixen tenir durant tres dies el control de tot Astúries, el govern dóna l’ordre de sufocar les lluites a sang i foc. Li encarrega a Franco, que estava al comandament de la Comandància de Balears, que acabe amb les mobilitzacions (en aquell moment ja era un especialista a reprimir lluites obreres amb el sistema de terra cremada), i reprimeix la revolució tan brutalment, que se salda, segons diversos autors, amb 4.000 morts i 30.000 detinguts.
Reprimida la Revolució d’octubre de 1.934, van confinar dins del Fuerte de San Cristóbal centenars de revolucionaris. Les condicions de vida imposades als presos va ser terrible des del principi. La fam, la falta d’assistència, d’higiene i salubritat, van provocar la mort al setembre de 1935 d’un militant de la CNT de Santander. L’escàndol va ser molt gran perquè contínuament s’havien denunciat aquelles terribles condicions de vida. Es va exigir la posada en llibertat o el trasllat dels presos i el tancament del Fort com a penal, però el govern va fer oïdes sordes, inclús davant les vagues de protesta a Pamplona. La mort d’un altre pres va omplir el got i va provocar un motí en el Fort, i es desencadenà a tota Espanya protestes i vagues (a Pamplona hi va haver vaga general), en solidaritat amb els presos. El motí va ser durament reprimit, amb diversos morts, i molts ajuntaments van exigir el tancament del penal i el trasllat dels 750 presos a altres presons. Però el Fort va continuar sent presó, fins que el govern del Front Popular, després de guanyar les eleccions al febrer d’1.936, va decretar una amnistia per als presos polítics i va clausurar el Fort com a presó.
Colp d’estat feixista
El 18 de juliol de 1936, al produir-se el criminal colp d’estat militar franquista contra el legítim govern de la II República, promogut entre altres, per l’Església Catòlica, amb el suport de l’Alemanya nazi i el feixisme italià de Mussolini, Navarra va quedar sota el control dels colpistes, i el Fort va ser una altra vegada utilitzat com a presó on van tancar milers d’anarquistes, revolucionaris i republicans, en les cegues cel•les de castic de la qual els presos demanaven morir.
En pocs mesos ja hi havia 2.000 presos, encara que es calcula que fins allí van portar, de tots els punts de la península 7.500, dels quals molts van morir en el seu interior, i d’altres sobrevisqueren, en condicions verdaderament infrahumanes. No obstant això, el nombre real dels empresonats al Fort, pareix que és una altra de les incògnites del verdader abast que va tindre la repressió franquista. Se sap que només s’enregistrava els presos que arribaven amb condemna ferma; a banda estaven els anomenats “governatius”, que van poder ser milers, detinguts que eren portats al Fort i sense ser enregistrats ni jutjats, eren afusellats en arribar o en els dies següents. A més, a molts, els anunciaven la "posada en llibertat" i els assassinaven crivellant-los, quan iniciaven el descens de la muntanya. Aquelles ordres de “posada en llibertat”, eren en realitat una mera formalitat per a encobrir execucions massives. Hui en dia, són molts els familiars que encara estan buscant allí als seus, desapareguts des de llavors.
Fins al seu tancament al juliol de juliol de 1945, van ser assassinats uns quants centenars de presos. Les causes de mort enregistrades, igual que en les fosses comunes del Cementeri general de València, eren convenientment “maquillades”, i hi abundaven causes com “anorèxia”, “caquèxia” (morir de fam), "parades cardíaques", “hemorràgies internes” (palisses) “fractura de crani”, “xoc traumàtic” (tortures diverses amb ruptura d’òrgans), o tuberculosi (el Fort era anomenat eufemísticament “Sanatori Penitenciari” perquè hi traslladaven presos que havien contret la tuberculosi en altres presons). A molts executats extrajudicialment se’ls anotava com a causa de mort “traumatisme” Tot apunta que en els dies següents a la presa de Pamplona pels feixistes, les “saques” van estar a l’ordre del dia. Hi ha diverses fonts que apunten que com a mínim va haver-hi 500 desapareguts que no consten en cap arxiu, encara que la xifra real pareix que no es coneixerà mai, precisament perquè com es va dir abans, només es van enregistrar els qui arribaven amb condemna ferma. El Fort va començar i va acabar sent tràgic per als presos, és esborronador conéixer el terrible final que van reservar als últims 131 presos, soterrats en el cementeri de “Las Botellas”
Fuga del 22 de maig de 1938
Les condicions de vida en el Fort eren duríssimes. Els presos eren tractats de forma brutal. Les execucions, els apallissaments en l’habitació de serveis, d’on que molts presos eixien morts, els assassinats, la fam infinita, els polls, l’apilotament, l’aïllament exterior i les epidèmies de qualsevol tipus formaven part de la vida quotidiana, inclús havien de dormir en el sòl, sobre l’aigua, En estes condicions, el 22 de maig del 1.938, es va produir una fuga que ha estat considerada com una de les més importants en la història internacional de les evasions, inclús s’apunta que la major esdevinguda en tot el món, i això tant pel nombre de presos implicats com per la terrible repressió que sobre ells va recaure posteriorment.
La fuga va ser tan minuciosament preparada, per segons pareix 30 presos, sense comptar amb cap ajuda exterior, que va ser una sorpresa general per a la majoria dels seus companys. Inclús va tindre un himne, compost per l’anarquista Rogelio Díz, condemnat a 30 anys de presó per rebel•lió militar. Ell va sobreviure i ha pogut contar-ho; es va exiliar a Mèxic i encara, molts anys més tard, va poder retrobar alguns dels seus antics companys de presó que van aconseguir sobreviure.
La fuga va ser iniciada pels comunistes Leopoldo Picó Pérez, de 25 anys, emmotllador, considerat el “cervell” de la fuga i per Baltasar Rabanillo Rodriguez, capturat i afusellat en el mateix Fort. Leopoldo Picó, havia estat condemnat per rebel•lió militar a reclusió perpètua i va ser executat extrajudicialment després de la fuga. També es coneixen les dades d’altres organitzadors com Joaquín Ibáñez Eldemayer, de 21 anys, dependent, també condemnat a presó perpètua per rebel•lió militar i executat extrajudicialment després de la fuga; i de Bautista Álvarez Blanco, de 23 anys, llanterner, condemnat a presó perpètua per rebel•lió militar i afusellat el 8 de novembre de 1938.
La fuga va suposar un immens acte de solidaritat. Els qui la van planejar no se’n van anar sols. Amb risc de la seua vida i el perill de ser capturats en la fuga, com així va ser, van obrir les portes del Fort perquè també pogueren eixir els altres presos, que aquella nit eren quasi 2.500. A la mitja hora d’iniciada l’operació, els grups de presos ja havien desarmat els guardians, i n’aconseguiren fugir 795, encara que en van ser capturats 585, creuaren la frontera i arribaren a França només tres. Immediatament es va iniciar la caça dels escapats que fugien en desbandada muntanya baix sense a penes calçat ni roba. Desnodrits i quasi sense armes, van ser presa fàcil per als seus captors que els van crivellar, van abatre i van detindre sense pràcticament resistència. Eixa mateixa nit ja es van comptabilitzar a 210 presos assassinats, encara que en la fuga s’han trobat dades de 225 assassinats, dels quals 24 corresponen a presos no identificats.
En els dies posteriors van capturar la resta dels presos, dels quals molts foren assassinats a mesura que eren capturats o en les hores posteriors. Dels capturats van ser jutjats 16 com a capitostos, i en foren condemnats a mort 14: Gerardo Aguado Gómez, Teodoro Aguado Gómez, Bautista Álvarez Blanco, Calixto Carbonero Nieto, Antonio Casas Mateo, Daniel Elorza Ormaetxea, Antonio Escudero Alconero, Ricardo Fernández Cabal, Francisco Herrero Casado, Francisco Hervás Salome, Primitivo Miguel Frechilla, Miguel Nieto Gallego, Rafael Pérez García i Baltasar Rabanillo Rodríguez, que van ser afusellats el 8 de setembre del 1.938, en la Vuelta del Castillo.
Ramón Peris García, de 23 anys, nascut a Almassora (Castelló); Henry Ransal Habif, de 25 anys, nascut a Alzira (València); Juan Bou Nadal, de 23 anys, nascut a Alcoi (Alacant) i Manuel González Amorós, de 28 anys, nascut a Torrevieja (Alacant), van ser els revolucionaris i republicans nascuts en el País Valencià, que van ser assassinats per la força pública durant la fuga, encara que en el Fort van assassinar-ne molts més. Les dades dels qui s’han pogut documentar, consten més avall, encara que el nombre real de morts i desapareguts, pareix que mai el sabrem, precisament per no haver estat enregistrat l’empresonament de molts dels presos,
Al complir-se el 50 aniversari de la fuga, en 1.988, en el cim de la muntanya Ezcaba, en la seua vessant est, diverses entitats van erigir un petit túmul en homenatge als presos escapats i assassinats en el Fort per la llibertat i la república, ja amagat entre la mala herba. I el Fort actualment continua pertanyent a Defensa, està tancat rígidament i cau a trossos, encara que això sí, diuen que està previst restaurar-lo per organitzar-hi visites guiades i turístiques.
Dades dels nascuts en el País Valencià caiguts en el Fort dels quals s’han pogut conéixer les dades:
Antonio Chacopino Manzanedo, de 37 anys. Nascut a Alacant, va morir el dia 5 d’agost de 1.944 i està soterrat en el cementeri de San Cristóbal, Fila 1a, Fossa 95.
Antonio Ferrer Molina, de 29 anys, casat. Nascut a Carcaixent (València), va morir el dia 22 de maig de 1944 i està soterrat en el cementeri de San Cristóbal, Fila 4a, Fossa 85.
Francisco Mira Pons, de 40 anys, casat. Nascut a Alcoi (Alacant), va morir el dia 15 de desembre de 1.943. Està soterrat en el cementeri de San Cristóbal, Fila 3a, Fossa 69.
Pedro Cayetano González Hernández, se’n desconeix l’edat. Va nàixer a Segorbe (Castelló) Va morir el dia 11 de novembre de 1941 i està soterrat en el cementeri de Berriosuso.
Miguel Castro San Andrés, no se’n coneix l’ edat. Va nàixer a València, va morir el dia 13 de juny de 1940 a l’hospital de Pamplona. Es desconeix el motiu pel qual va ser traslladat des del Fort a l’hospital.
José Fuster Mascarós, de 39 anys, casat. Va nàixer a Xàtiva (València), va morir el dia 29 de març de 1944. Està soterrat en el Cementeri de San Cristóbal, Fila 4a, Fossa 81.
Vicente Royo Tena, de 26 anys, fadrí. Va nàixer a Tavernes Blanques (València). Va morir el dia 26 de novembre de 1944, està soterrat en el Cementeri de San Cristóbal, Fila 1, Fossa 110.
Manuel Sospedra Villaplana, de 37 anys, casat. Va nàixer a Saladillo (Castelló). Va morir el dia 15 de setembre de 1943, està soterrat en el Cementeri de San Cristóbal, Fila 3a, Fossa 59.
Ramón Peris García, de 23 anys, casat, de professió forner. Va nàixer a Almassora (Castelló). Havia estat condemnat per l’Audiència de València a 8 anys de presidi menor el 7 de juny de 1935. Va ser assassinat per la força pública a l’escapar-se el dia 22 de maig de 1938.
Henry Ransal Habif, de 25 anys, fadrí, de professió impressor. Va nàixer a Alzira (València). L’1 d’agost de 1.935 va ser condemnat a 3 anys i 4 mesos de presó menor en un Consell de Guerra en Ciudad Real. Va ser assassinat per la força pública a l’intentar escapar-se el dia 22 de maig d’1.938.
Jesús Garín Moreno, de 28 anys, casat. Va nàixer en Benimàmet (València) Va morir el 8 de gener de 1943, està soterrat en el cementeri de San Cristóbal, Fila 1, Fossa 40.
Juan Bou Nadal, de 23 anys, fadrí, de professió obrer. Va nàixer a Alcoi (Alacant) El 14 de juny de 1.934 va ser condemnat per l’Audiència d’Alacant a 25 anys, 9 mesos i 11 dies de reclusió major. Va ser assassinat per la força pública a l’escapar-se el 22 de maig d’1.938.
Salvador Bádenas Blasco, se’n desconeix l’edat. Va nàixer a Borriana (Castelló). Va morir el 23 de juliol de 1940. Està soterrat en el cementeri de Pisa.
Antonio Mariner Estupiña, de 41 anys, fadrí, de professió sabater. Va nàixer en Castelló. Va ser condemnat per l’Audiència de Madrid a 6 anys i 1 dia de presó major. Va ser assassinat per la força pública en l’intent de fuga de l’1 de novembre de 1936. Està soterrat en el cementeri de Berriozar.
Manuel González Amorós, de 28 anys, fadrí, de professió miner. Va nàixer a Torrevieja (Alacant) Va ser condemnat per l’Audiència d’Orense a 2 anys i 4 mesos de presidi menor el dia 1 de novembre d’1.936. És assassinat per la força pública a l’escapar-se el 22 de maig de 1938. Li van aplicar la “Llei de Fugues” Està soterrat en el cementeri de Berriozar.
En Memòria seua.
Moltes dades de la fuga s’han pogut conéixer per mitjà del treball realitzat per Félix Sierra Hoyos. Va trobar en un porxe la documentació dels judicis sumaríssims de la fuga, i junt amb la narració de supervivents, va realitzar un llibre editat per Pamiela en 1990.
|